Calentar un balneario con biomasa

jueves 9 de agosto, 2012

Calentar un balneario con biomasa

Una Empresa de Servicios Energéticos se encarga de operar y mantener la instalación, garantizando el suministro constante de energía al mejor precio.

Dos calderas de 1 MW cada una y fabricación ibérica suministran desde hace un año toda la energía que necesitan las instalaciones del clásico Hotel Balneario de Cestona, en la provincia de Guipuzcoa.

Las instalaciones se distribuyen en dos edificios separados por el río Urola, de donde toman el agua cuyas características promovieron la construcción de éste y otros balnearios cercanos desde principios del siglo XIX.
El edificio principal acoge el hotel con 126 habitaciones y varios comedores, mientras que el balneario se sitúa en la orilla izquierda y alberga todas las instalaciones relacionadas con la salud. Ambos edificios se conectan por un puente de madera.
Las nuevas calderas sustituyen a la anterior caldera de gasóleo, que consumía la nada desdeñable cantidad de 250.000 l/año. Con el cambio, además de reducir el gasto, dejan de emitir 200 t/año de CO2.

Calderas sencillas con la máxima eficiencia

Las calderas son de la marca portuguesa Ventil; se trata de equipos sencillos y con poca automatización que pueden quemar cualquier biocombustible sin problema. En cualquier caso, el único combustible que están utilizando es pellet de alta calidad fabricado por Amatex, socio de Rebi, la empresa de servicios energéticos que ha diseñado, construido y actualmente gestiona la instalación.
Las calderas se han adaptado para poder monitorizarse de forma remota, lo que ha mejorado su operatividad.

Calderas biomasa cestona balnearioLa adaptación ha consistido en cambios en el sistema de alarmas que evitan que la caldera se detenga por avisos menores que no afectan a la seguridad y sí a la eficiencia del sistema. Se ha encargado la empresa guipuzcoana de automatismo industrial Berritek, proveedor de Rebi en este apartado y también en el de mantenimiento general de la instalación.
Karlos Korta, gerente comercial de la empresa, asegura que desde que se introdujeron los cambios hace varios meses no ha habido ninguna alarma y que sólo acuden para realizar el mantenimiento ordinario, que básicamente consiste en limpiar el hogar y retirar las cenizas. Esta operación también se ha optimizado y en lugar de realizarse según la prescripción del fabricante al cabo de periodos establecidos de tiempo, ahora se limpia el hogar cuando se han consumido 12 toneladas de pellet, explica Karlos.
Mediante un sistema de contaje saben que el sinfín aporta 2,5 kg por vuelta, y pueden controlar con exactitud los consumos de las calderas.

piscina balneario cestonaEnorme consumo de energía

El consumo anual calculado por la ESE es de 1.960 MWh/año. Para cubrir esta demanda se ha instalado un depósito de acumulación de 7.000 l de agua que las calderas se encargan de mantener entre 80 y 90ºC.
El silo está en una sala contigua a la sala de calderas con capacidad para 60 toneladas. En invierno, cada semana un camión con sistema de descarga neumática se encarga de rellenarlo. Tres suelos móviles a lo largo del silo desplazan y centran el volumen de pellet hasta un sinfín único de salida que lo conduce a la tolva intermedia que a su vez reparte a los sinfines que entran a los quemadores de cada caldera.

Un termostato controla que en caso de alcanzarse más de 60ºC en el sinfín de entrada se produzca la inyección de agua a intervalos de 1 segundo hasta que la temperatura ceda y evitar así problemas por retorno de llama. En caso de no ser suficiente, otra alarma dispara un sistema de inyección continua de agua y avisa para que el personal técnico acuda.
En los periodos más crudos del invierno el consumo punta de pellet es notable: 24 toneladas a la semana, pero el consumo medio anual es de unas 600 t de pellet.
La distribución de agua caliente se realiza por medio de dos circuitos, uno para el balneario y otro para el hotel. La impulsión se hace siempre a 80ºC, con un retorno en los momentos de mayor consumo de 70ºC. Estos picos de consumo ocurren de 7 a 10 de la mañana, explica Karlos, cuando todos los visitantes se encuentran en las instalaciones del balneario.

Las calderas antiguas de gasóleo permanecen como equipos de apoyo para el improbable caso de que las de biomasa no pudiesen aportar energía suficiente o por avería.
Las bombas de impulsión, duplicadas por seguridad, se alternan de forma programada cada 10 horas.
El contador calorimétrico colocado a la salida del colector primario indicaba el día de la visita que en casi un año se habían consumido 1634 MWh, de los cuales un porcentaje muy importante  corresponde a gasto del balneario.

Contrato ESE

La ESE ha invertido 450.000  € y ha firmado con el balneario un contrato de ahorros garantizados por 10 años. Durante este tiempo el precio de facturación acordado es de 5,69 c€/kWh.
El ahorro esperado durante este periodo, en el que se paga también la instalación y amortización de los equipos, es del 15%. A partir de ese momento, con la instalación ya amortizada y propiedad del balneario, el ahorro puede superar el 50%, gracias a que el precio del biocombustible resulta extraordinariamente competitivo frente al del gasóleo. Para sus cálculos de ahorros esperados, Rebi ha considerado un precio medio del gasóleo de 0,724 €/l; el precio de mercado del pellet ENplus a granel servido en cisterna, según estudio de mercado de AVEBIOM en el primer trimestre de 2012, era de 0,208 €/kg. Recordemos que se estima que 1 l de gasóleo equivale a 2,2 kg de pellets).

Limpieza optimizada

Un tiro fuerza el paso de los humos por los filtros de mangas donde quedan adheridas las partículas más finas que luego decantan a unos contenedores que se retiran cada 15 días.
La limpieza de la caldera no es automática, pero han diseñado un protocolo para que el proceso sea lo más eficiente posible. Karlos explica que “hemos programado un ciclo de limpieza que detiene la alimen-tación una hora u hora y media antes de que acudamos de manera que se consume todo y solo encontramos ceniza, nada de pellet inquemado”.
Los operarios solo tienen que abrir las puertas un rato para que se enfríe el hogar y entrar a limpiar durante un par de horas.

Han comprobado que el intervalo óptimo para una limpieza eficiente (menor tiempo de limpieza y menos escoria que retirar de forma fácil) son unos 15 días, lo que corresponde a 12 toneladas de pellet consumidas. “Así ni tenemos problemas de pérdida de rendimiento por acumulación de escoria, ni perdemos tiempo y la limpieza es fácil”.
El autómata que controla la instalación también es especial, con tecnología RTU (Unidad Terminal Remota), que permite guardar ficheros de forma continua sin pérdida de información en caso de falta de suministro eléctrico u otros problemas. Cuando se produce el enlace vía Ethernet, vuelca toda la información acumulada a Valladolid. Además, sigue unos protocolos de telegestión que garantizan que las lecturas son verdaderas.
 

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